Fugit juventus

Los políticos y tecnocratas en general se están rompiendo los cuernos intentando comprender hacia donde va nuestra sociedad (o suciedad) y sobre todo, acerca del comportamiento evidentemente incompresible y errático de los jóvenes en general (y cuando digo jóvenes, quiero decir jóvenes, así que abstenerse de incluirse aquí los mayores de 25 años)

Cuando veo la tele y escucho a ésa gente, desde sus despachos, con suelos de moqueta, asientos de piel con apoyabrazos cromados, carísimos cuadros colgados de las paredes y una tonelada de libros para rellenar el plano de la cámara, hablando de la juventud, de los estudios que realizan sobre los jovenes y de las estadísticas, no puedo evitar fruncir el ceño y pensar en algunos especímenes que conozco.

Dicen que los jovenes no tienen disciplina, que son unos drogadictos, que no les gusta estudiar. Y lo dicen así, como extrañándose, como preguntandose por qué si ellos hacen perfectamente su trabajo, como es que todo funciona tan mal. No quieren entender.

Yo pienso que hay que hacerse otro tipo de preguntas. Si un padre/madre le da 40 euros a su hijo de 16 años para pasar el fin de semana ¿por qué luego se extraña de que vuelva borracho a casa? ¿en qué coño se lo iba a gastar? ¿en 15 Kg de pipas y 8.000 Partidas al futbolín?

Si el niño ve por la tele como la gente se hace famosa por drograse y salir en programas del corazón, ¿por qué nos extraña tanto que el niño se drogue? Si al niño de 14 años le compran un ordenador con internet y no para de ver banners con porno ¿por qué nos extraña que acabe desnudandose delante de la webcam o saltandose comidas para tener un cuerpo 10?

Y la gente va por ahí preguntándose que estaremos haciendo mal, por qué nuestros jovenes están tan jodidos.

Pues sinceramente por que les dejamos, no te jode. No entiendo que demonios le pasa a la gente.

1 comentario:

Tessa dijo...

Tienes demasiada razón, demasiada te lo aseguro. Es complejo señalar cuestiones, más cuestiones de las que tan cristalinamente planteas aquí. Simplemente hacer hincapié en la importancia de la Educación, con mayúsculas. No esa educación recluída al contexto formal de la escuela y los centros educativos. Sino a la Educación que está en la base de todos nosotros, a la Educación implícita y cotidiana que recibimos día tras día, en la red, en la calle, en la televisión, en nuestro ocio cuando vamos a un determinado bar, y en nuestra intimidad más ferrea: en nuestro hogar.
Sin duda alguna esa educación es clave en nuestras vidas, y es que... ¿hemos aprendido las cosas verdaderamente importantes de la vida dentro del colegio?
Me parece bueno y absolutamente necesario reflexionar sobre ello.

Menudos temas sacas a la palestra Dani, abrumadores ;)